Panteras de la UP ganan el último partido de la temporada regular en casa.
Todo lo que empieza tiene que terminar, y qué mejor manera para cerrar la temporada de partidos locales que con dos victorias consecutivas y un partido que mantuvo a todos al filo del asiento.
El último fin de semana de febrero el equipo representativo de baloncesto de la Universidad Panamericana jugó los últimos dos partidos de la temporada regular como equipo anfitrión, pues aunque aún quedan algunas fechas programadas antes de calificar para los Ocho Grandes, los siguientes partidos serán en las sedes de los conjuntos contrarios: ITESM Hidalgo, ITESM Toluca e ITESM León.
– Además de estos tres partidos que faltan, para pasar a Los ocho grandes sólo falta un juego y el que lo gane pasa, probablemente nos toque contra la UDLAP o la UPAEP. Estamos intentando que este juego para clasificar sea en el Deportivo Coyoacán, dependerá de los siguientes resultados- dice Gabriel Díaz (#12).
Actualmente nada está definido, la tabla sigue moviéndose constantemente y el resultado final dependerá del rendimiento de todos y cada uno de los equipos. En caso de que no se consiga jugar el partido de clasificación en casa, ésta habrá sido, para algunos de los jugadores, la última vez que pisaron la duela del Deportivo Coyoacán durante un partido de una liga universitaria bajo la camiseta de la UP, pues en este ano superarán el rango de edad que las ligas establecen para poder participar.
– Lo que más voy a extranar yo creo que será la convivencia… y en general todo, desde levantarme temprano para ir al gimnasio, estar en la cancha, cambiarme y ponerme mis tenis- dice Luis Enrique Fuentes (#6), uno de los tres jugadores que cierran su ciclo en el equipo este ano, los otros dos son Alan Llamas (#10) y David Salazar (#23).
Pese a los cambios que se han producido en el equipo desde el ano pasado, éste atraviesa por una de sus mejores etapas: los jugadores están conectados entre sí y la madurez deportiva se nota en la mayoría de ellos, incluso en los más jóvenes se puede ver una evolución considerable que se llevó a cabo en poco tiempo. Así lo demostraron el el fin de semana en la duela.
En punto de las dos de la tarde comienza el partido, los chicos de la Universidad Veracruzana (UV) toman sus posiciones para intentar ganarle a las Panteras de la UP. A diferencia de otros juegos, la energía se siente floja y el primer cuarto avanza lento. Los cinco titulares: Julio Ruiz (#1), Luis Enrique Fuentes (#6), Sergio García (#7), Alan Llamas (#10) y Alexis Mata (#35) ponen el marcador a favor de las Panteras.
Para el segundo cuarto la UV logra reducir el espacio en el marcador mientras que se prueba el rendimiento de la banca de la UP, pero antes del medio tiempo el equipo se acopla y logra mantener un marcador decente que les permite a los titulares regresar a la cancha para sacar ventaja.
– Cuando tú metes una canasta y celebras contagias al equipo de esa energía, entonces las cosas salen porque ya todos están conectados tanto con palabras como por senas. Mantener la cabeza fría y comunicarnos son factores que ayudan bastante- comenta Alan Llamas (#10).
El marcador termina en 91-84 y la UP se lleva otro triunfo a la bolsa.
Al día siguiente, sábado 27 de febrero, el partido se juega contra el ITESM Puebla, el ánimo y mecánica de juego pintan un contraste totalmente diferente al del día anterior, el equipo emana energía en la cancha y lo que se probó en el partido pasado ahora se viene a concretar.
– Siempre antes de salir al partido hay dos cosas muy importantes, la primera es rezar y darle gracias a Dios para que nos dé la confianza y seguridad para poder ganar el juego y que nadie se lastime. La otra es que los cinco titulares que empezamos el juego siempre nos decimos algunas palabras motivacionales antes de entrar para poder salir concentrados. Nos damos la mano y damos el grito de Panteras- cuenta Luis Enrique Fuentes (#6).
Faltan unos minutos para que empiece el partido, los jugadores se reúnen en un extremo de la cancha y caminan juntos al centro, ahí hacen un círculo con el que dan el golpe de gracia incluso antes de que empiece el partido. Dan esa imagen de un equipo campeón, esa que proyecta fuerza, entusiasmo y, sobre todo, unión. Es como ver a un grupo de hermanos que sin presión se prepara para lo que se hicieron los juegos: divertirse y demostrar su talento.
– Es una hermandad, somos muy unidos, a cualquiera que me encuentre fuera de la cancha lo saludo con mucho gusto. Una amistad así con todos los del equipo es algo que rara vez se encuentra, el equipo está muy fuerte ahorita gracias a eso, a que estamos muy unidos dentro y fuera de la cancha- me explica Rodrigo Morales (#4).
– Un equipo campeón siempre es un equipo que se lleva bien, es como una familia, duermes, desayunas, comes, cenas, vuelves a dormir, estudias y vas a la escuela con los mismos, entrenas… yo los llamo mi segunda familia porque en realidad todo el día estoy con ellos. Eso te ayuda completamente en la cancha- complementa Luis Enrique (#6).
El partido comienza y la UP se posiciona por encima en el marcador, las jugadas son rápidas y se logra una ventaja de 15 puntos. Pero el ITESM Puebla no se va a dar por vencido tan fácilmente; después de algunas estrategias y aprovechando pequenas fallas de las panteras, el marcador se iguala. El equipo contrario tiene identificados a los pilares de la UP, los marca e impide que sigan anotando.
Para la segunda mitad del partido el público en las gradas ya está totalmente conectado con el juego. Se logra de nuevo una ventaja de 15 puntos en el marcador pero en una racha de descontrol la ventaja se vuelve a perder después de que el árbitro marca varias faltas en contra. El público se vuelca contra el árbitro.
– El árbitro siempre está expuesto a ser criticado, siento que tuvo errores pero errores para ambos lados, no estuvo «comprado». Obvio cada error arbitral duele para el que no está beneficiado y duele mucho, eso genera mucha polémica y tensión, pero lo importante es aprender a ganar con arbitraje bueno, malo, o con lo que sea- dice Gabriel Díaz (#12).
Ya sólo quedan dos titulares en la cancha, los otros dos ya no pueden volver a entrar y el coach decide mantener en la banca al único titular que aún puede jugar y que además destaca por sus tiros de tres puntos. Entre el público alguien grita que lo meta, pero no sucede, el coach tiene sus razones y arriesga el resultado sin cambiar de parecer.
Es momento de demostrar el talento de la banca. Quedan treinta segundos en el reloj y Rodrigo Morales (#4) anota la canasta del empate. Alguien pide tiempo fuera. Las jugadas no han perdido ni una pizca de velocidad, la tensión está al máximo, quedan 17 segundos en el reloj y ningún equipo disminuye su defensiva.
Se escucha el silbato del árbitro, los segundos empiezan a retroceder en el reloj, el ruido de la porra estalla y de pronto todo se congela alrededor del jugador que tiene el balón en las manos: Rodrigo Morales (#4).
De entre los felinos, las panteras son uno de los animales más peculiares, su forma de cazar es sigilosa y estratégica, normalmente se quedan cerca de la presa, al acecho, caminando lentamente junto a ella hasta encontrar la mejor oportunidad de capturarla. En la cancha todo el equipo funciona como una sola pantera, un engranaje que se encarga de hacer su trabajo para que el otro pueda hacer el suyo. Justo ahí, cuando faltaban menos de 10 segundos, Rodrigo Morales anota.
– Estaba súper emocionado y eufórico, apenas la solté y me volteé a festejar porque sabía que iba a caer. Desde que llegué a la banca le di la confianza al coach de que sí íbamos a ganar aunque ya habían expulsado a Luis Enrique y a Alán. Le dije: «Coach, tranquilo, sí vamos a ganar»- me confiesa Rodrigo Morales (#4).
Fue un trabajo en equipo que demostró humildad y unión. Un juego que sin duda dejó contentos a aquellos ninos de nueve anos que tuvieron su primer encuentro con el básquetbol y que ahora lo han convertido en un estilo de vida. El marcador quedó 92-94 y la UP se quedó con la victoria.
Los siguientes partidos son decisivos para saber si el juego de clasificación se jugará en el Deportivo Coyoacán, pero sin duda las Panteras cada vez están más cerca de ser parte de Los Ocho Grandes. Por ahora se están preparando para jugar el próximo miércoles 9 de marzo contra el ITESM Toluca, uno de los equipos más fuertes de esta temporada.
– Creo que es un partido que podemos ganar saliendo en un buen día. En nuestro estilo de juego no dependemos tanto de una sola persona, y ese tipo de equipos sí. En el equipo no va a haber una persona que meta más de treinta puntos, ganamos porque los puntos se dividen entre todos y poco a poco vamos sumando- dice Luis Enrique (#6).
A pesar de haber empezado la temporada en un semestre complicado, el equipo de la UP logró posicionarse en un buen lugar buscando clasificar para los Ocho Grandes, y han demostrado que con esfuerzo y unidad sus posibilidades son bastante altas.
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Paola Ortiz/ Diario UP