La temporada 2019-2020 de la Liga ABE se encontraba en la recta final hasta antes de este receso debido al COVID-19 pero independientemente de como se den las cosas en esta contingencia, los Tigres Blancos de la Universidad Madero de Puebla desean cerrar de mejor manera la temporada y planear las siguientes temporadas.
Para los Tigres Blancos, que dirige el entrenador Juan Manuel Solano, la presente temporada fue un tanto complicada y con su récord de 11 ganados y 20 perdidos, la clasificación a los Ocho Grandes 2020 se esfumó ya desde hace algunas jornadas.
El año pasado la UMAD superó algunos obstáculos en la recta final que le permitió alcanzar un boleto a los Ocho Grandes 2019, solo que en esta ocasión, no podrán repetir lo que alcanzaron en la temporada pasada “la liga cada vez está muy competitiva, no hay rival débil. Nosotros dejamos ir varios juegos que eran claves y ahora trataremos de cerrar de la mejor manera la temporada”, comentó el entrenador maderista.
Pero el futuro para los Tigres Blancos parece prometedor ya que el entrenador Solano cuenta con base de jugadores jóvenes: “ahora mismo tengo una base muy joven y con mucha energía, tuvimos la baja importante del que era nuestro capitán y estamos buscando su reemplazo, pero tú sabes que el liderazgo es nato y otros lo adquieren con el tiempo, pero estamos en eso. Veo un grupo nuevo con una buena solidez, enfocados, creo que el equipo está bien para las próximas temporadas”.
Referente a las individualidades del equipo en la Temporada 2019-2020, Óscar Romero es el líder anotador del equipo promediando 16.5 PPJ (513 Puntos) que lo colocan en el octavo lugar de máximos anotadores de la temporada. Le sigue David Tecpanécatl con un promedio de 12.0 PPJ. En la labor defensiva, Romero también lidera el departamento de rebotes en su equipo con 7.7 por encuentro.
Juan Manuel Solano recapituló su carrera como entrenador y recordó su llegada a la Universidad Madero: “todos los entrenadores trabajamos para llegar a estos escenarios, no es tan fácil, es un trabajo de muchos años. En lo personal traigo como 10 años de picar piedra en categorías juveniles participando en la CONADEIP, también conseguí experiencia en un equipo universitario de Segunda División; en la UMAD ya tenía una experiencia de tres años con juveniles, y luego me invitan a este proyecto, fue una gran responsabilidad que asumí con mucho orgullo, con mucha humildad para hacer un mejor trabajo con los jóvenes y para demostrarme que tengo la capacidad para estar aquí”.
“Fue un año muy difícil cuando llegué al primer equipo, fue un año de adaptación en el que desgraciadamente estuvimos batallando mucho para salir de la zona del descenso, pero los jugadores demostraron mucho carácter, demostraron tener temple para salir de ahí, no todos los equipos tienen la capacidad para recuperarse y gracias a Dios lo hicimos y aquí seguimos”, finalizó.